21 mar 2024

exposición: Tempo de mimosas en A Madriña, Vigo



















 Tempo de mimosas

exposición al cargo de Manuel M. Romón y Rafael Ojea

Sede A Madriña, rúa Churruca 12 VIGO

DEL 15 al 21 de marzo de 2024

Piñeiros e mimosas


 Piñeiros e mimosas

Año 1982. Acrílicos sobre cartulina. 65 x 52 cm. 

colección particular: A Madriña SCultural Vigo

Mimosas na viña


 Mimosas na viña

Año 2024. Acrílicos sobre tela. 50 x 150 cm.

Pinos y mimosas


 Pinos y mimosas

Año 1982. Acrílicos sobre cartón. 26,5 x 20,5cm.

colección particular RO  Vigo

21 oct 2020

lluvia, y calma I, II, III y IV

 

 

lluvia, y calma I, II, III y IV 2013

acrílicos s/tela 27 x 19 cm. cada uno


el III en colección MLF Santiago Compostela

10 sept 2020

Yoseba MP - Amando : pintura



 

Me llama el buen amigo Yoseba «Estoy pintando a Eugenia e o monstruo das bateas en Coia ¿comemos mañana juntos?» «Hecho». 

Ya una larga amistad fundada en el ejercicio de la pintura, esa actividad de décadas de miles de años... que algunos y algunas venimos acometiendo. Y comemos, y nos hacemos fotos, y fluyen las complicidades de los porqués y de los cómos, y la admiración que cabalga nuestras palabras escuchas silencios miradas colores no exige ser sonorizada.

«Deberíamos intercambiar una pequeña obra. Me gusta el boceto que tienes ahí de Eugenia y...». «Te lo cambio por una vaca que pintes hoy». Sin más palabras: el trato quedó sellado (a fin de cuentas: a vaca po lo que vale).

Se llevó mas esa vaca portuguesa; tengo ahora, de momento apoyada en los libros pendientes de leer, a Eugenia e o monstruo das bateas. Mi madre se llamaba Eugenia, más que súperabuela, que también, fue una súpermadre (soy el octavo de sus nueve hijos, para qué contar...).

Dos pinturas: una complicidad coloreada.



22 jul 2020

tres obras de Amando



colección Estudio arquitectura C y Z (Vigo)

11 abr 2020

He venido a verme


He venido a verme (1987)

acrílicos s/tela 162 x 130 cm.


el título es el comienzo del primer verso del poema Alicia de Carlos Oroza

10 abr 2020

y aquellas horas


y aquellas horas (2009)

acrílicos s/tela 114 x 114 cm.

8 abr 2020

paisaje


paisaje (1994)
acrílicos s/tela 73 x 73 cm.

en estas semanas de estar en casa...


...está bien sacar a la intemperie de cuando en cuando lo que nos pertenece, pero manteniendo las riendas. En la parte alta de la city la propietaria saca a plena luz del mediodía el cuadro de mi autoría Autorretrato (enrejado) 2009 acrílicos s/tela, 73 x 73 cm. y que hace años me adquirió de manera tan generosa (no deja de sorprenderme el que alguién tenga la exquisita amabilidad de meter en su casa, en su mundo, una obsesión ajena, ¿qué otra cosa puede movernos a pintar, esculpir, danzar...?), y, además, su gata negra, o gato, no queda claro según lo que dicen sus dos mensajes. Y me envía esta foto con el siguiente mensaje «Este no está en venta. La gata sí.»; y segundos después se corrige «Miento. Gatito tampoco». Y arrepentirse tampoco impide mirar el horizonte. «¡Infinito es el trozo más pequeño del mundo!» Friedrich Nietzsche dixit.

no, no son pocas las cosas que (felizmente) se contagian;  a veces ocurre.

...y nada ya será como antes; tampoco en la parte baja de la ciudad, junto al parque.

7 abr 2020

hombre I


hombre I (1986)
madera roble 50 x 30 x 25 cm.

col. part.: Hnos. B.G. Roucos (Ourense)

5 abr 2020

becerra


becerra (1983)

acrílicos s/tela 73 x 60 cm.

4 abr 2020

Amando por Loreto Blanco Salgueiro


(hacia 2007 en anexo MARCO Vigo)

Loreto Blanco Salgueiro:
— ¿En qué parte de tu cuerpo querrías poner luz?
Amando:
— En los pies.


Loreto Blanco Salgueiro (Moaña 1964), profesora Facultad Bellas Artes de Pontevedra

3 abr 2020

Diego Vites: Pai Negro (2012)

Diego Vites: Pai Negro (2012)
óleo esmalte e spray s/lenzo. 200 x 200 cm.


 Amando en Roucos (1996) fotografía: Celina



2 abr 2020

El Pendientes, o a mal tiempo buena cara


El Pendientes, o a mal tiempo buena cara (1984)

acrílicos s/tela 116 x 89 cm.

1 abr 2020

Saba: ha llegado Uma


Saba: ha llegado Uma (2017)
serie: hablando no se entiende la gente

acrílicos s/tela, 114 x 114 cm.

31 mar 2020

Amando, pintar bajo el cielo del agua (Alfonso Pexegueiro, 1993)

Tiempo. Duda. Sombras húmedas de la memoria. Sombras de niebla. Agua. Realidad. Y un sueño. Por las montañas y el verde descienden los miedos al valle en azules, rojos, amarillos, ocres… Regresa el paisaje a la memoria.

Amando forma parte de la pintura gallega más actual. Y quizás le haya venido bien mantenerse apartado del buscado ruido de la fama, o del éxito comercial. A veces la soledad, el silencio y la duda van cediendo a nuestra obra una fuerza, una serenidad y una perspectiva o visión que de otra forma no alcanzaríamos , ya que estaríamos atrapados entre el ruido confuso de las cosas y no captaríamos su silencio. Y en vez de acercar las cosas hasta nuestro mundo interior y descubrir sus juegos de lenguaje, seríamos nosotros los que permaneceríamos debajo de ellas (pisados), sucumbiendo humillados ante la representación vacía y obligada de lo superfluo: que es quien pone el precio.

Terras do Avia 1991
 acrílicos sobre tela, 162 x 130 cm
Guiados por la prisa y por las exigencias del mercado más que por la reflexión y el contenido, padecemos un exceso de superficialidad diseñada por ese concepto de utilidad impuesto por el poder o por su chambelán la fama. Prevalece la razón de lo útil frente al valor de lo esencial. Nos creemos que el hombre se juega su futuro en la economía (bienes económicos) o en los absurdos campos de batalla, enarbolando cifras económicas o de muertos y enseñas como banderas, idiomas o patrias que no son más que disculpas (débiles disculpas de inteligencias suficientes) para seguir estrangulando al hombre, retrasar el desarrollo del pensamiento y seguir acumulando datos estadísticos sin más valor que el utilitarismo brutal y sucio del desprecio de los unos por los otros. Pocos se dan cuenta, sin embargo, que es en el lenguaje en donde el hombre se juega su futuro como ser humano. Y que es quizás, ahí donde está nuestra tarea: ¡redescubrir el lenguaje de las cosas!

Por fortuna para Amando, y quizás para su obra, él no figura en esa vorágine de idas y venidas de precios y superficies especulativas. En la Alameda de Vigo, en un tercer piso que da a los magnolias, sigue recordando lo perdido e inventando el futuro a través del trazo y del color: lo olvidado, lo universal del lenguaje y del hombre. Como un proceso biológico más  que cultural-tecnológico (aunque enriquecido por ambos), Amando ha sido fiel al Arte y a su arte. Hoy su obra es una de las manifestaciones más sinceras y sensibles de nuestro arte actual.

Desde las Barandillas o Pasamanos, como dibujos insinuados sobre la tela o las mimosas, hasta Caminos al océano, Amando se ha marcado una continuidad pictórica tan sugerente como dura. Repatriado al silencio en su propia ciudad, ha ido construyendo una pintura sólida basada en la recuperación de la memoria más oculta, identificándonos con el paisaje más olvidado y recordándonos tiempos de soñar.

A través de la insinuación, o del gesto reflexivo (o esa recomposición imprevisible que el olvido impone a la sedimentación de los saberes, de las culturas, de las creencias que uno ha atravesado, de la que habla Roland Barthes), Amando sostiene en sus últimos cuadros una lucha bajo el agua por sobrevivir. Sus tazas, sus troncos, sus reflejos, su vida se sumerge y crea la ciudad del mar en donde todo tiene vida de silencio, y allí permanece a la espera como la aleja (o cercana) Ciudad de Is. Allí está su Roucos, su mito y su poesía. Con dificultades para surgir entre el mundo de lo visible ((o lo exterior), Amando surca bajo el agua tierras nuevas y nuevos tiempos. De lenguaje, allí crea y recrea con cierta serenidad cezanniana un mundo de montañas, iglesias, roturas, cafés y sueños sumergidos. Como un campesino bajo el mar. Bajo el cielo del mar.

Sus montañas y sus océanos dejan atrás la tragedia del color envuelta en vacas, celos, cuchillos, frutas, hombres, mujeres y troncos talados, para volver a la serenidad de las Mimosas, como una pareja de cisnes irlandeses que regresasen a su origen celta. Como ese mito de amor (sueño perdido de la memoria) que recorre no solo los caminos de Irlanda, Galicia o Bretaña, sino todos los caminos del mundo. No estamos en el mundo, escribió Rimbaud, la verdadera vida está ausente. Amando nos ayuda a recuperarla o a intuirla construyendo, transformando, desnudando el lenguaje allí donde otros remiendan, apuntalan, ocultan, enmascaran, embrutecen.

__ Alfonso Pexegueiro, 1993

texto para el catálogo: Amando. Castillo de Soutomaior - Pontevedra 1993

30 mar 2020

Te diría...


Te diría... (1986)

acrílicos s/tela 114 x 89 cm

col. particular: A. P. - Ponteareas Pontevedra

14 ene 2020

Inmensa la mañana


Inmensa la mañana, 2016

acrílicos s/tela 114 x 114 cm.

col. particular: A.C.G.  (Vigo)

quiero salir y no puedo entrar III y IV


quiero salir y no puedo entrar III y IV, 2013

acrílicos/tela 27 x 19 cm. c/u

colección particular: A.G. y A.M. - Vigo

jardín II


jardín II, 1996

acrílicos s/papel japonés hecho a mano, 70 x 47 cm.

jardín I

jardín I, 1996

acrílicos s/papel japonés hecho a mano, 70 x 47 cm.

verano invierno


verano invierno, 1981
acrílicos s/ papel de periódico impreso 40,5 x 57,5 cm